Como todas las actividades de río, el hidrospeed nace como una necesidad de descender por los ríos con la máxima seguridad y simplicidad. La modalidad nació en los estados Unidos de América a mediados de los años setenta, cuando unos amantes del surf bajaron por primera vez en sus tablas por los rápidos de los ríos más bravos. La posición más cómoda y segura fue la de estirarse sobre sus tablas y dejarse llevar por la corriente. Pronto se modificaron las tablas por pequeños trineos acuáticos y este deporte proliferó por todo Norteamérica. Siete años más tarde llegó a Francia, como lo conocemos hoy en día, para pasar rápidamente los Pirineos a una de las zonas con más tradición en deportes fluviales: el Pallars Sobirá, En Lleida. Saltó luego al río Gallego, en Huesca, y se extendió por toda la península. Actualmente ya se han realizado expediciones a diferentes ríos de china, el Nepal o la Amazonia.
El hidrospeed es una modalidad de deporte acuático que se practica en los ríos de aguas bravas, aprovechando las corrientes que crea el desnivel orográfico. El practicante se estira sobre una especie de trineo acuático de plástico polietileno o de material inflable. Las manos cogen fuertemente los dos soportes para poder apoyar sobre el trineo los brazos, el tórax y los abdominales, aunque queda fuera de este habitáculo las caderas; de esta manera, las piernas pueden propulsar nuestra pequeña embarcación mediante unas aletas que llevamos en los pies. Un traje de neopreno con rodilleras incorporadas, nos protege del frío y de los golpes con los obstáculos que están bajo el agua.
Este deporte requiere una buena preparación física, ya que debemos estar accionando las aletas en todo momento para propulsar nuestra especie de embarcación, sobre todo en zona de rápidos.
Las principales bases teórico-prácticas se plantean antes de iniciar un descenso; la posición básica es semiestirado con las caderas fuera del trineo para poder maniobrar. Para girar, se ha de inclinar la cintura hacia el sentido del giro, en el mismo momento que dirigimos el trineo en la dirección que vamos a tomar.
Los conocimientos de autorrescate son muy importantes, aunque siempre hemos de ir en grupo y si es posible con un kayac de apoyo que nos indique las complicaciones que podemos encontrarnos.
La escala de dificultad o peligrosidad de un tramo de río está valorada del 1 al 7, como en la escalada. Del 1 al 3 no requiere mucha experiencia, a partir del 4 al 5 se necesita experiencia en aguas bravas, mientras que 6 y 7 son pasos sólo accesibles a los muy expertos.
El material es específico para el hidrospeed, aunque se puede utilizar el de otras actividades similares.El deslizador es un trineo de plástico polietileno endurecido, con forma aerodinámica para penetrar en las olas del río. Tiene dos asas por donde nos agarramos y lo dirigimos, además de acolchamientos en las coderas y abdominales. También existe otro tipo de trineos para expediciones, mucho más manejables, que son de material pvc inflable.
Traje de neopreno de 5 milímetros de grosor para
protegernos del frío y de los posibles golpes; además tiene refuerzos
acolchados en las partes más expuestas.
Aletas parecidas a las de submarinismo, pero con refuerzos en los agarres para evitar que se suelten en situaciones delicadas