En 1965 la NASA diseñó los
paracaídas rectangulares “Flex-Wing”, con el fin de recuperarlas cápsulas
espaciales sin sufrir aterrizajes demasiado traumáticos. El paracaidismo
militar los tomó como nuevo material y rápidamente se impuso en el
paracaidismo deportivo.
El concepto de descenso por resistencia se sustituyó por un vuelo más
controlado y sujeto a las fuerzas aerodinámicas. En 1978 dos expertos
paracaidistas decidieron desplegar sus
paracaídas sobre las laderas del monte Mieussy, en los Alpes franceses, y
confiando en el índice de planeo 3-1
(cada 3 metros horizontales se desciende 1 metro vertical), despegaron ladera
abajo sin ningún problema. Desde ese preciso instante, paracaidistas de todo e
mundo, montañeros y gente inquieta, empezaron a volar desde cualquier ladera
que tuviese las características idóneas.
En
1986 el parapente llegó a España de la mano de escuelas de paracaidismo o de
montaña, y creó su propia federación a mediados de 1988.
La palabra parapente viene del
francés y su traducción literal sería paracaídas de pendiente. Es un
planeador dirigible super ligero, semirrígido, de fácil manejo y con la
particularidad de que se monta en el instante previo de iniciar el vuelo. Es de
material textil (rip stop), resistente a las abrasiones y desgarros; el
aire entre por la parte delantera (borde de ataque) e infla el interior de las
dos telas, superior (extrados) e inferios (intrados).
Los 35 o 40 m2 de tela actúan como ala de un avión y tiran
del piloto hacia arriba, mediante unos hilos (líneas de sustentación) que,
conectadas a las bandas delanteras y traseras, sujetan la silla de pilotaje. De
la parte trasera (borde de fuga)salen los mandos de pilotaje. La simplicidad del
material, su fácil manejo y la accesibilidad a la zona de vuelo, hace que sea
uno de los deportes aéreos más accesibles y populares.
El ala delta también vuela por
efecto de la fuerza aerodinámica y utiliza, al igual que el parapente, las
corrientes de aire ascendentes para mantener el máximo tiempo posible de vuelo
y recorrer así la mayor distancia. La relación de planeo de una ala delta es
de 10 a 1 y su velocidad es muy superior a la del parapente.
El conocimiento
de meteorología, aerodinámica, técnicas de vuelo y materiales son
algunos de los conceptos básicos que se imparten en los cursos teóricos. La
parte práctica consta de un inicio controlado del inflado de la vela para
configurar el ala y mantenerla estática sobre el piloto. Los primeros vuelos de
80 a 100 m se efectúan para practicar los despegues y aterrizajes. Los vuelos
de 300 a 1.000 m se controlan por radio, para dirigir las maniobras de giros a
derecha e izquierda, 360 grados, pérdidas, etc.
El dominio de la técnica, el conocimiento de la micrometereología y la
lectura aerológica hacen que el aprovechamiento del vuelo sea óptimo. Éste
puede ser en condiciones dinámicas o ladera, aprovechando la fuerza dinámica
del viento, o vuelo en térmicas, ascendiendo con la masa de aire caliente hasta
llegar a las capas más frías de la atmósfera, etc.
La vela tiene un “ángulo de ataque” predeterminado, que es la
posición del ala respecto al viento relativo. Esta angulación se modifica
mediante la longitud de las líneas de sustentación y subiendo o bajando los
mandos. De esta forma le damos más o menos velocidad a nuestra aeronave. Para
realizar giros a derecha o izquierda, tiraremos de los mandos conectados
a la parte trasera (borde de fuga). Al hacerlo, frenamos decelerando la
velocidad y aumentando la sustentación. Si se frena por un solo lado, el
opuesto es más rápido y nos adelanta, produciendo una situación de piboteo.
El movimiento es similar al funcionamiento oruga: para girar a la derecha
frenamos la cadena del mismo lado y como la cadena izquierda es más rápida,
hace girar el transporte. La graduación del mando está medida en % (inicio de
giro y/o frenado), a la altura del tórax 505 (giro forzado o frenado con
posible entrada en pérdida) y mandos por debajo de la cintura 100% (fin de
frenado).
Es muy importante conocer la aerología y asimilar que el aire es un
fluido más denso de lo que parece. El viento sobre una ladera sube hasta llegar
a la cima y desciende por detrás (sotavento) generando rotores (olas) y
turbulencias, como si de agua se tratase.
El parapente está compuesto por: campana o vela, suspentaje, bandas, arnés
o silla de pilotaje; además, es necesario paracaídas de emergencia, casco,
emisora, calzado resistente y variómetro.
Una ala delta está compuesto básicamente por: arnés, trapecio, paracaídas
de emergencia y casco.