Las
primeras referencias sobre el deporte de desplazarse con tablas de madera bajo
los pies, nos trasladan al año 2000 antes de Jesucristo. Pero los verdaderos
inicios podríamos encontrarlos en leyendas de los pueblos vikingos, donde se
describían los descensos de laderas nevadas que realizaban sentados en sus
escudos protectores. En los países nórdicos –Rodoy (Noruega)- se utilizaban
tablas de madera y las primeras raquetas para desplazarse por las llanuras
nevadas. No sólo se empleaban para los servicios de correo sino que en el siglo
XVI ya se ofertaron como una actividad de ocio y se organizaron las primeras
competiciones, muy parecidas a las de esquí de fondo actuales. En el libro del
obispo sueco Olaus Magnus, Historia de Gentibus Septentrinalibus, fechado
en 1955, ya se hablaba de “hombres caminando sobre la nieve con zuecos, que
aunque sin montura son más rápidos que los caballos”. El primer libro
sobre técnicas de esquí data de 1888 y está basado en la experiencia del
escritor y explorador noruego Nansen, que decidió atravesar Groenlandia con
esquís. Las técnicas, aunque rudimentarias, crearon escuela entre los
esquiadores noruegos, que se convirtieron en los primeros instructores
reconocidos y enseñaron a monitores de toda Europa central; su discípulo más
representativo fue el doctor Payot, que introdujo las nuevas técnicas en
Chamonix (Alpes franceses). Esta modalidad fue en aumento pero requería un gran
esfuerzo económico, ya que representaba trasladarse a parajes lejanos,
hospedarse, utilizar un material casi inexistente y un aprendizaje difícil. En
1774 se publicaron en Noruega los primeros reglamentos para carreras de esquí
militares. Fue a mediados del siglo XX cuando las clases acomodadas empezaron a
practicarlo como deporte de ocio en el centro de Europa. Durante la Segunda
Guerra mundial, los cuerpos militares de montaña utilizaron la técnica del
esquí para sus desplazamientos estratégicos. En 1924 se organizaron los
Primeros Juegos Olímpicos de invierno en Chamonix y en 1931 se celebró en
Murren (Suiza)el Primer Campeonato Mundial de Slalom, organizado por la joven
Federación Internacional de Esquí (FIS).
España tiene poca tradición en los deportes blancos, pero desde que se
inauguró en el Pirineo catalán el tren cremallera en 1931, que iba desde Ribes
de Freser al santuario de Núria, el incremento de adeptos por los deportes de
invierno creció en progresión geométrica. Se recuperaron refugios abandonados
por todas la sierra de la península y se fundaron los clubs de Navacerrada, la
Molina y Núria. Pero fue en la década de los 80 cuando el esquí, deja de ser
un deporte elitista, se crearon grandes infraestructuras en las estaciones de
esquí que facilitan y abaratan el acceso de todo el mundo a este deporte fantástico.
Como ya hemos apuntado, se trata de un deporte de
invierno que consiste en deslizarse sobre la nieve utilizando diferentes
materiales. La disposición del cuerpo, el material que utilizamos, si
descendemos, ascendemos, saltamos o volamos, determinará la modalidad de
deporte blanco que se practica. Todos ellos contienen un fuerte componente
vital, una filosofía, por lo que difícilmente un esquiador se dedicará a
practicar el snowboard.
La evolución en el material y en las técnicas
ofrecen un amplio abanico de posibilidades en las diferentes modalidades de
deportes de invierno: esquí alpino, salto de longitud, esquí acrobático con
las modalidades de baches, salto acrobático y ballet. El esquí de travesía o
m de montaña y el esquí extremo tienen muchas similitudes, pero difieren en la
forma de ascender. El esquí de fondo y el telemark mantienen las
esencias más primitivas de la técnica del esquí. Cada día surgen nuevas y
refrescantes modalidades como el monoesquí o el snowboard. También existen
variantes en las que el esquiador es arrastrado por un caballo, una moto de
nieve o por un pequeño parapente. Cada uno de estos de portes merece ser
desarrollado por separado, como una variante del esquí.
La
temporada de esquí normalmente empieza a finales de noviembre y se puede
alargar hasta el mes de abril en zonas de alta montaña.
Cada
uno de los deportes de invierno tiene una técnica compleja y específica en
permanente evolución, por esta razón sólo trataremos la de esquí por ser la
más representativa. Todos ellos trabajan sobre los mismos conceptos, el
rozamiento de un material, los esquís, sobre una masa de nieve que se deshace
para crear una fina película de agua por la que se deslizan.
Lo primero que aprende un esquiador es a frenar y
girar, y lo realiza con una técnica llamada “cuña” que consiste en
mantener los esquís abiertos en V invertida, juntando las “espátulas”
o puntas y separando las colas. Se juntan las rodillas, con lo que los cantos
internos de los esquís se clavan en la nieve y, al ofrecer resistencia al
descenso, se frena. Los giros los logramos desplazando el peso al lado contrario
donde queremos girar. La evolución hacia un esquí más técnico continúa por
los giros alternativos de cadera y rodilla, reduciendo cada vez más la cuña,
hasta que casi desaparezca. Más adelante se utilizarán los derrapajes, los
giros con cruce de cadera, giros con cruce de rodillas, anticipación dinámica,
etc.
La aparición en 1997-98 de un nuevo sistema de
fabricación y diseño de esquís, muy estrechos del patín (zona central)y
anchos en la espátula y las colas, hace que la técnica en la conducción de
los giros sea más fácil y se apliquen otro tipo de conceptos a la hora de
iniciar un descenso. Es el carving, la nueva filosofía del esquí
moderno.
Empezaremos por la vestimenta; es necesario, como
es natural, ropa de abrigo, caliente por dentro e impermeable por fuera; cada
vez más se utiliza el sistema “cebolla” , por capas, una ropa
interior caliente, una sudadera, un forro polar y un anorak de gore-tex.
Gorro, guantes, bastones, gafas para la protección solar y, según la
modalidad, esquís, tabla de snowboard, bota dura, blanda o zapatilla,
según se trate de esquí alpino o nórdico. Cada vez es más necesario el uso
de cremas de protección solar y el esquí es probablemente uno de los deportes
que más influenciado está por el mundo de la moda.
Los esquís están sometidos a fuerzas de torsión,
flexión, vibraciones, distribución de masas, de bajas temperaturas y altos
porcentajes de humedad. Todo ello implica un complejo método en la fabricación
del esquí. Los materiales suelen estar ligados entre sí por medio de resinas o
por fusión mediante calor o prensados. Los más utilizados son: polímeros
naturales,; la madera (el más antiguo, pero el más noble); polímeros termoplásticos
(compuestos de carbono, hidrógeno oxígeno y ozono fundidos entre ellos y
endurecidos al enfriarse). Polímeros termoinducidos (resinas epoxi que
se endurecen por efecto del calor). El chasis está formado por materias
fibrosas como la fibra de vidrio, carbono, kevlar, cerámica y algunos
metales que se utilizan para cantos y alma de algunos esquís. La forma de
combinar estos materiales en la fabricación puede ser en sándwich, tubular,
monocasco, caja de torsión, asimétrica, por inyección o en omega.
Las botas también han evolucionado, desde aquellas frías botas de piel
de los inicios; lo mismo sucede con las fijaciones, cada vez más seguras,
fiables y ligeras.